Las tres vigilias
Instalación video proyección y 3 sillas metálicas de 280, 210 y 200 alto x 34×30 cm
Dimensiones variables, 5 x 5 metros aprox.
2019
Las sillas del comedor en medio del camino que llevaba del pueblo a la quebrada, cuidadosamente organizadas, es una imagen recuerdo, sobre la cual no tengo certeza de si realmente ocurrió. Vivíamos en ese entonces en Cumbitara, la casa quedaba al pie del camino y justo allí empezaba la colina. En medio de ese paisaje, el mobiliario doméstico fue instalado en el mayor silencio, y fue así como esa imagen terminó por acompañarme, sin saber muy bien lo que significaba. Desde mi práctica artística se volvió recurrente la idea de un paisaje híbrido, reconstruido y resignificado por unos elementos que le eran ajenos, pero al mismo tiempo acogidos con tanta naturalidad, como si hubiesen estado predestinados a ese lugar.
El nombre de la obra está dado por la noción de vigilia, que tiene varias connotaciones y puede ser de carácter religioso, militar, o un trastorno sintomatológico del sueño. Esta última condición dada por el insomnio puede producir alteraciones en la percepción y desencadenar estados alterados y ficcionales, propios del agotamiento. Fue así, como en medio de una vigilia incontrolada, comenzaron los síntomas más fuertes de la enfermedad psiquiátrica que empezó a padecer mi madre, probablemente hace más de 40 años, y que modificaría las dinámicas afectivas y lógicas de nuestra convivencia.
Fotos detrás de cámaras
Cámara: José Domingo Garzón, Ximena Velásquez, Actriz: Ángela María Ballesteros, Asistentes de Producción: Jorge Peñuela, Fernando Montes
Agradecimientos: Erika Martínez Cuervo, curadora, ARTBO/ SALAS, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Programa Licenciatura en Artes Escénicas UPN
Obra expuesta en: Desmontajes (dispositivos como plagas). Curaduría Erika Martínez. ARTBO/SALAS, Bogotá Junio 28 de 2019 y en la Muestra virtual de obras en VII seminario de pesquisa en artes, Cultura e Linguagens da UFJ, Brasil, 2021